Caminando de vuelta a casa, una noche, invaden miles de recuerdos y hechos que ahogaban mi memoria, que provoca la distancia, como nos alejamos, donde quedó el amor de hermanos, por que nos invadió la incomprensión, los entredichos, la incomunicación, los sin sabores, los desacuerdos, transformándose en distancia, en barreras, trincheras y espinas de odiosidad que marcaron fronteras, gritos sordos.
Evoco recuerdos, claras imágenes de niños revoltosos, relaciones fraternales, enlazados con juegos infantiles, momentos felices, coludidos para sorprender a escondidas, dispuestos a abrazar todo método de diversión, comiendo juntos, el frío no nos paralizaba ni nos impedía estar en el patio en fríos y grises inviernos. Nuestras mascotas se suman a la diversión, felices compañeros de juegos.
Evoco recuerdos, claras imágenes de niños revoltosos, relaciones fraternales, enlazados con juegos infantiles, momentos felices, coludidos para sorprender a escondidas, dispuestos a abrazar todo método de diversión, comiendo juntos, el frío no nos paralizaba ni nos impedía estar en el patio en fríos y grises inviernos. Nuestras mascotas se suman a la diversión, felices compañeros de juegos.
Recuerdo los viajes a Valparaíso, el puerto, el reloj de flores, las escaleras de las torpederas, fueron tantos los recorridos de niños junto a nuestros padres, como podemos retroceder el tiempo para contenernos de la distancia, de la lejanía, de la incomprensión, y eternizar bellos e inolvidables momentos, mi perra, crespa, color gris, muy sociable y le gustaba salir a la calle, recuerdos las salidas del grupo scout, los amigos, los campamentos a nuestro jefe de tropa, cuya habilidad gráfica era inigualable, recuerdo su nombre Rodolfo Llanos, era cabello rubio, ojos color verde, de aspecto fuerte muy tierno que lindos días felices.
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