Amigos, espero compartir con ustedes, estos pensamientos y lecturas para comprender las señales de este recorrido mío, junto a ustedes.
Soledad amiga
Me detengo a pensar en la soledad, escasean las palabras, ahora me parece tan ajena, tan extraña, que ingrata, venías frecuentemente a mi mirada, me veía a través de tus ojos, en vacío, eras la amiga del minuto y de todos ellos juntos, era la inmensidad de días fríos y nubosos, grises de inviernos eternos, tristes, largos e interminables, que pasó, en un pestañazo, no te veo, no te siento, intento mirarte desde esas ventanas, desde esos cristales de antes, y me cuesta, me quedo muda, y vuelvo escudriñar en todos los rincones de mi conciente, pequeñas señales, frases, estrofas, que fue, olvido, abandono o simplemente nube, será que me has abandonado, en que momento, ahora no soy invitada a tu casa. No recuerdo cuando me alejé, sólo encuentro en mi memoria el dolor, el vacío infinito, el ardor que recorría mi ser entero, lo gélido, los rasguños del alma, que formaban rasgaduras ensangrentadas, era mi más fiel compañera, fueron tantas las páginas que urdían un mensaje singular propio de mi alma en pena, lágrimas se impregnaron en medio de las líneas, dibujando testimonio de un deambular de implacable angustia de intimidad, desolación, miré tantas veces por el cristal para observar los mundos vecinos, y poseer por un minutos sus vidas para escapar del hielo eterno de esa soledad amiga, pero me tenía bajo prisión de días y días, noches y más noches, tardes oscuras, meses, y años
Caminos de sueños
Cuando camino por la calle de la posta veo una cuadra con los dormitorios sin vidrios, los del aire libre, descanso de mil estrellas de los soñadores del cemento, los que salieron a comprobar la vida que tal vez escucharon de sus padres, y de los que ganan las monedas entre bocinas, por que ellos también buscaban la casa propia, donde se resguardarían del frío de la lluvia y el viento, pero dejaron entrar al viento y se hicieron amigos del frío que no nubla y del sol que calma, que entibia la vereda polvorienta y dibuja un nuevo día.
El Viejito Juan
Don juanito, es un viejito canoso, te brinda un saludo amable algunos días, en otros está rasposo, alejado. Los surcos de su cara miran hacia el suelo, cuando está alegre te dice cosas al pasar y sonríe, los que lo conocen dicen que se olvida de las cosas, pero lo enmudece la velocidad, el apuro, el busca en su memoria y está tan lleno de recuerdos, de hechos, caminos recorridos de sueños, algunos no realizados, pero su memoria se pierde en otros tiempos, hurguetea, goza y no se olvida de las cosas importantes, sólo se olvida de lo que no quiere recordar.
Cabellos Platinados en Piel Morena
Cabellos platinados en piel morena, cabello oscuro propio, auténtico, rasa natal de volcanes, lagos y montañas de cielos azules, y de la conquista extranjera, que arduos años de disputas, fundieron la raza chilena con linaje de guerreros, mujeres valientes, arenas oscuras, lacios y resistentes cabellos, en la oscuridad de la noche, piel de roble y lenga, cabello cubierto de tintes acerados, color trigo, vacilación de una cultura urbana, aspiración europea que se confunde con la propia de origen territorial que abraza y provee culto a lo afuerino, rubio en una piel parda, en ojos oscuros y talla media, adornando lo genuino.
Vida Urbana
En momentos me escapaba, deseaba penetrar rostros urbanos, corredores, ires y venires de gentes, Mi caminar tenía nostalgia de tiempos felices, de inocencia, simpleza. Los rostros urbanos que veía pasar frente a mis ojos, me preguntaba serán ellos felices?, que nos hace símiles, todo parecía que el mismo vacío rondaba a los caminantes, a los canes de vistosos accesorios, como si desearan empatizar con sus amos, vociferar sus propias independencias, habitantes de modernos casilleros de vida urbana, donde la existencia es cómoda y suficiente, lugares diseñados para la convivencia del encierro y el silencio, no obstante, la eventualidad nos enfrenta con un ser extraño, otro habitante de la urbanidad, galaxias diminutas, volando en un universo de estrellas solitarias, cuyo brillo se puede ver sólo al interior. El otro no existe se ha sustituido, reemplazado y todos formando burbujas controladas desde dentro, en un ciudad creada para el bienestar de los que la habitan, pero el origen de la creación fue otro y nuestros miedos han tergiversado la versión, las heridas dejaron huella que tomaron la individualidad como escudo, a las mascotas como elementos de control, amor por sumisión de seres silenciados y complacientes, sin replicas, se muestran felices cuando asomas, no saben de odio ni rencores, son amigos de toda hora.
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